Ana hace lo que Ana piensa,
nunca sabe si piensa bien o piensa mal
pero es obediente.
Ana ejecuta las ordenes de Ana sin demora,
Ana cree que a veces Ana es un poco tajante,
se extrema tanto al abismo, que puede caerse.
Ana sabe jugar con fuego y por eso juega,
Ana tubo tanto tiempo a Ana escondida,
que Ana no se anima a cruzar la puerta,
Ana insiste que hay un sol hermoso,
que el aire fresco le sentará bien,
pero Ana,
prefiere seguir viendo desde la ventana.
miércoles, 25 de julio de 2007
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1 comentario:
Hermosos tus poemas, tan profundos como eternos...
Y esta conversación de Ana se siente como de miradas, me gustó mucho.
Besos!
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