Creo que casi todos acabamos aceptando ese veneno -y quién no lo hace, sale perdiendo de antemano, aunque al final perdamos todos-. Otra cosa es que nos vaya matando lentamente o que la vida, como a Alejandra, nos engulla de tan sólo un para de dentelladas.
Por encima de todo soy una mujer, que recorta porciones de realidad para nombrarlas con ojos de fémina afelinada. Por debajo de todo soy una niña crédula, algo ingenua dirán, que busca compartir los fragmentos de este juego que es la vida. De extremo a extremo, todas las que en mí habitan, juegan, bailan, rien, lloran, se emocionan, y beben la vida de un solo trago.
4 comentarios:
Creo que casi todos acabamos aceptando ese veneno -y quién no lo hace, sale perdiendo de antemano, aunque al final perdamos todos-. Otra cosa es que nos vaya matando lentamente o que la vida, como a Alejandra, nos engulla de tan sólo un para de dentelladas.
Un beso.
"...un par de dentelladas".
Somos la esencia que da movimiento y contenido a esta vida primaria.
Que el viaje continue, bajo nuestro manto y timón.
Beberé de ella.
besos
Anabella, qué hermosos tus poemas, cuánta sensibilidad, me han emocionado...
Mercedes
Publicar un comentario